El edificio cuenta con una caldera comunitaria de biomasa situada en el sótano, alimentada de astillas de madera autóctona para atender el servicio de calefacción, mediante suelo radiante, y el abastecimiento de agua caliente sanitaria.
En el diseño del proyecto y en ejecución se ha aplicado la directiva europea de Edificación de Consumo Casi Nulo (ECCN). El edificio cuenta con calificación energética A, el máximo nivel de la escala de eficiencia energética y ha sido certificado por el instituto alemán Passivhaus.
Todas las viviendas disponen de un sistema independiente de recuperación de calor que permite la renovación mecánica del aire interior sin pérdida calorífica, con un uso inteligente de la energía y el consiguiente ahorro en los costes de suministros tanto en invierno como en verano. Los filtros del sistema garantizan la calidad del aire interior.
Las superficies de las viviendas oscilan entre 80 y 67 metros cuadrados. Poseen 2 y 3 habitaciones y se distribuyen dos en planta baja y cuatro en cada uno de las plantas superiores.